Manifiesto de Pauline Kantor, ministra del Deporte: “Para el plebiscito voté por el No, pese a que mis papás eran de derecha”
La secretaria de Estado reflexiona sobre la ola feminista y reconoce alguna de sus definiciones en el debate valórico.
Para el plebiscito voté por el No, pese a que mis papás eran de derecha. En mi casa siempre hubo pluralidad de visiones. Durante la universidad participé de varias protestas en contra de la dictadura militar. Para los caceroleos sacaba una de las ollas más grandes y me ponía a tocar con mi hermana. Recuerdo haber escapado del guanaco en muletas, porque me había lesionado andando en esquí.
Me considero feminista. Creo en la igualdad de derechos, de acceso y de oportunidades entre hombres y mujeres. El otro día miraba las fotos de las marchas feministas y me di cuenta de que son muy simbólicas. Además de su significado político tienen una belleza estética que es muy potente. Esa voz ha calado muy profundo.
En realidad me llamo Paulina y no Pauline. Lo que pasa es que cuando fui a vivir a Estados Unidos una profesora del colegio me pregunto si me podía presentar como Pauline, ya que era fácil de pronunciar. Volver a vivir en Chile fue un tema complicado para mí, porque me sentía más americana que chilena. Incluso, hablaba mejor inglés. Estaba tan acostumbrada, que quede como Pauline para toda mi vida.
Mi familia decidió salir de Chile para el gobierno de la Unidad Popular. Mis abuelos eran de Checoslovaquia y tuvieron que salir del país durante la Segunda Guerra Mundial arrancando del nazismo. Luego intentaron volver, pero llegó el comunismo y no pudieron. Cuando ganó Allende pensaron que iba a pasar lo mismo y decidieron que debíamos viajar a Estados Unidos para estar más seguros. Tenían miedo al comunismo. Allá vivimos por cuatro años.
Para el plebiscito voté por el No, pese a que mis papás eran de derecha. En mi casa siempre hubo pluralidad de visiones. Durante la universidad participé de varias protestas en contra de la dictadura militar. Para los caceroleos sacaba una de las ollas más grandes y me ponía a tocar con mi hermana. Recuerdo haber escapado del guanaco en muletas, porque me había lesionado andando en esquí.
Fuente: La Tercera – 2 de junio 2018