Rebeca Donoso Palacios conoció por primera vez el Santiago College cuando tenía sólo seis años. En su autobiografía contaría más tarde que sus padres la matricularon en este establecimiento “por dos razones muy poco románticas: primero el colegio quedaba cerca de la casa y me podía ir a pie, y segundo, enseñaban inglés”.
Tras graduarse entre las cinco mejores alumnas de su promoción en 1959, Rebeca Donoso entró a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica. Pero luego a instancia de Miss Mason postuló y ganó una beca para estudiar en el Smith College. Sus estudios en Estados Unidos le abrieron nuevas perspectivas y asegura que “por primera vez consideré la posibilidad de convertirme en educadora”. Más tarde regresó al país para hacer una licenciatura en Lenguas Clásicas en la Universidad de Chile.
En 1968 volvió al SC, esta vez como profesora de Literatura Greco-Latina en el Upper School. “Cuando yo entré a trabajar en el Colegio, el decano de estudios era Howard Richards, un abogado y doctor en educación, graduado de la Universidad de Yale en los Estados unidos. Era inteligente y visionario y muchos de los profesores que tuvimos el privilegio de conocerlo y aprender de él, quedamos imbuidos de su particular visión del rol del profesor que, posteriormente, pasó a ser la norma en casi todo el mundo. Para él, un profesor era sólo un facilitador del conocimiento. Para ello había que estar dispuesto a declarar la propia ignorancia y buscar el conocimiento con los alumnos. En muchos casos, los profesores estaban llamados a aprender de sus alumnos tanto o más que los que estos podrían aprender de ellos”.
Poco tiempo tardaría esta joven maestra en ganarse el corazón de sus alumnas. En el School Magazine de 1977, las seniors se referían a ella como “mami Rebe”. “Mami en ti encontramos la calidez y el cariño que sólo las madres pueden dar. Por tu responsabilidad, calidad humana y dulzura, te abriste a nosotras acogiéndonos muy tiernamente y nos diste tanto de ti, que nunca terminaremos de agradecértelo. Llevaremos tu imagen como el dial de mujer a que todas aspiramos. ¡Qué más decirte…GRACIAS! Te admiramos y queremos, tus hijas.”
Más tarde, Rebeca Donoso asumió el cargo de jefa del departamento de Inglés y luego fue promovida a decano de estudios por la Sra. Adriana Ponce de Fuenzalida.
“El Santiago College de esos años bullía de entusiasmo académico y yo me formé como profesora en ese caldero. Por eso mi gestión como decano tuvo un perfil especial. En primer lugar, reviví el interés por la acreditaciones extranjeras y me propuse seguir los estándares del Southern Association of Colleges and Schools (SACS) al pied e la letra. Eso me permitió ver con claridad cuánto se había alejado el Colegio, en la década anterior, de su carisma fundador, de ciertas prácticas educativas norteamericanas tendientes a promover la excelencia educativa y a dar garantías a los padres de la calidad de nuestra educación”.
El mes de junio de 1979 marca un hito en la historia del Santiago College. Por primera vez, desde su fundación, una ex alumna asume el cargo de directora. Su preocupación se centró de inmediato en tres grandes áreas: definir la propiedad del Colegio, el cumplimiento de los estándares del SACS para mejorar la calidad de la educación y afianzar la coeducación.
Rebeca Donoso permaneció en el cargo por once años, convirtiéndose -después de Ira La Fetra y Elizabeth Mason- en la tercera directora de mayor duración en la historia del SC. “Es difícil encontrar la perfección. Es difícil que todos estemos siempre de acuerdo. Pero podemos procurar hacerlo. Si aspiramos a hacer el bien y tratamos de ser justos, podemos ir enmendando nuestros errores. Apelando a la Divina Providencia por la rectitud de nuestras intenciones debemos ofrecer nuestras vidas, nuestro honor y todos los recursos que estén a nuestro alcance para llevar al Santiago College al lugar destacado que le corresponde”, señaló al hacerse cargo de la dirección del Colegio.
Durante su rectorado, también logró consolidar la tenencia del inmueble de Los Leones, afianzar la coeducación, la compra del terreno de Los Trapenses, edificar un segundo gimnasio y reiniciar el programa del Bachillerato Internacional (IB). “El nombre del Colegio volvió a ser escuchado con respeto a nivel nacional e internacional. Dicho metafóricamente, durante mi gestión se rehicieron los cimientos que con el tiempo se habían debilitado”.
Junto con darle énfasis a la acreditación del SACS, que exige un conjunto de normas que rigen a las instituciones acreditadas y que van desde la filosofía y objetivo de la institución hasta el número de alumnos o metros cuadrados por alumno que debe tener la planta física, la directora Rebeca Donoso reintrodujo el Bachillerato Internacional. Se comenzó con el Middle Years Program -programa desarrollado por ISA (International Schools Association)- basado en los ideales del Bachillerato Internacional. Se fortaleció también el nexo con la educación norteamericana a través de la vinculación al Association of American Schools in South America (AASA) y se vinculó el colegio con el European Council of International Schools (ECIS). Rebeca Donoso asegura que “todo esto le dio nuevamente el perfil internacional que el Santiago College antes había tenido y que se había perdido después que Elisabeth Grey renunciara a su cargo de directora a fines de 1968.
En ese tiempo, el SC también pasó a formar parte de la Association of British Schools (ABS), para fortalecer el inglés y desarrollar un amplio programa de actividades académicas y deportivas con otros colegios de habla inglesa.
Otro logro importante de estos años consistió en que muchos profesores universitarios de gran prestigio pasaron a formar parte de las filas del SC, tales como Jorge Millas, Humberto Giannini, Rodolfo Rojo, Osvaldo Silva, Pablo Oyarzún, Cristián Warnken, Juan Pablo Langlois, Virginia Huneeus y Angélica Edwards, por mencionar algunos. Todos ellos, junto con los profesores que ya tenía el Colegio, permitieron a los alumnos destacarse en los exámenes internacionales en diversas áreas.
También en este período el Colegio se abrió a la comunidad en conciertos, talleres y charlas a cargo de importantes personajes, tales como José Donoso, Jorge Edwards y Roberto Bravo. Los coros del Santiago College fueron invitados a participar en presentaciones de las orquestas Filarmónica y Sinfónica y además se inició el programa Suzuki de violín, a cargo de la señora Sara Benítez. Tiempo después se agregó la enseñanza de piano dentro de la misma filosofía. Ambos programas resultaron ser un éxito y una gran cantidad de alumnos se inscribió en ellos.
Por otra parte, cuenta la directora con mucho orgullo en su autobiografía, “se rehízo la biblioteca en el edificio que siempre había ocupado, en el centro del Colegio, para convertirla en el foco del objetivo de “aprender a aprender”. Asimismo, se la dotó de un importante número de libros que la convirtieron en modelo para muchos colegios”. En esos años, la biblioteca se convirtió en la mejor equipada de los colegios de Chile y llegó a contar con 35 mil volúmenes que constantemente se renuevan y actualizan.
Bajo la dirección de Rebeca Donoso también se incorporaron innovadores programas tales como el Proyecto IBM (Logo-Writer) para el Lower School –que permitió la enseñanza de computación desde kinder-, Johns Hopkins Advanced Mathematics Program for Gifted and Talented Children y Philosophy for Children. Todos esos programas les entregaron versatilidad y profundidad a los planes de estudio, así como nuevas posibilidades de aprendizaje para los alumnos.
Junto al doctor en educación Roberto Zarama, Rebeca Donoso redefinió, además, el marco teórico del currículum del SC en 1986, determinando qué aspectos del carisma fundador seguían siendo relevantes y podían proyectarse al futuro. Durante los años que permaneció en la dirección del Santiago College, Miss Rebeca batalló por instaurar el programa de Bachillerato Internacional para todos los alumnos y trabajó para convencer a los apoderados de las ventajas que ofrecía el sistema y lo valioso que sería para enfrentar la educación universitaria. Estos esfuerzos valieron la pena. Rebeca Donoso fue distinguida por el IB al ser elegida para integrar la Heads Standing Conference, organismo dedicado a la formulación de las políticas del IB en Ginebra, entre 1985 y 1990. Además, presidió durante su gestión el Comité Chileno para United World Colleges, grupo de colegios secundarios presidido por el Príncipe de Gales.