Jóvenes chilenas se atreven con la narrativa feminista
A lo largo de este año, las librerías han recibido una oleada de obras con espíritu feminista. Son novelas, crónicas y ensayos que usan un lenguaje directo y cercano para hacer un llamado a empoderar y a cuestionar la situación de la mujer en la actualidad.
Todo empezó con una página de Facebook. Era el año 2015 cuando Paola Molina comenzó a escribir bajo el pseudónimo de “Solte”, acerca de sexualidad, familia y experiencias cotidianas, en un lenguaje directo y humorístico. Al poco tiempo, sus historias deslenguadas y sin filtro se transformaron en un fenómeno de la red social, alcanzando más de 170.000 seguidores. En agosto de este año, las aventuras de Solte pasaron al papel, en un libro que lleva de título el nombre del fanpage que le dio fama: “Confesiones de una soltera”.
Pero detrás de las anécdotas y el humor, la novela de Molina carga con un mensaje más profundo: un cuestionamiento a la situación de la mujer en Chile. “El libro visibiliza momentos que parecieran insignificantes, pero que esconden una estructura patriarcal que las sostiene atrás. Está escrito desde una experiencia y sensibilidad femenina, no desde las expectativas de cómo es lo femenino”, dice.
“Confesiones de una soltera” refleja un fenómeno que lleva un tiempo asentándose en Chile: una nueva forma de literatura feminista, con un lenguaje cercano, narrada en primera persona, que remite a lo cotidiano y busca empoderar a la mujer. “Que explote todo” de Arelis Uribe y “Tan linda y tan solita” de Josefa Araos y June García son algunos de los títulos que han llegado a las librerías. “Hay más literatura masiva hecha por mujeres, y eso es súper importante porque generalmente las cosas hechas por nosotras las catalogan de ‘femenina’. En estos libros escritos aparecen mujeres más complejas y no necesariamente ligadas a la trama amorosa”, reflexiona Molina.
Sobre este fenómeno, Macarena Figueroa, editora de Penguin Random House, comenta: “Pienso que estamos viviendo un auge. Obras como ‘El segundo sexo’, de Simone de Beauvoir, se agotan casi apenas llegan a librerías. Está el antecedente de Chimamanda o la colección Antiprincesas. Estas son obras expresamente feministas”.
La memoria
“Teresa es el nombre de mi mamá. Aída, mi abuela, se lo puso en honor a su tía, una mujer alta, de nariz respingada, que hablaba francés”. Con este inicio, Paola Molina remite a las historias de infancia, que permiten explicar quién es Solte. Un recurso que caracteriza a esta nueva literatura feminista, que busca en el género autobiográfico técnicas para acercarse a los lectores.
A partir de las confidencias de Solte, la autora refleja el sentir de gran parte de las mujeres chilenas. “La Solte hace que se ría y se identifique la persona que trabaja en el mall , la de región, la mujer a la que no le interesa el feminismo, pero que por alguna razón que no sabe se ha sentido incómoda”, dice Molina.
Josefa Araos y June García en “Tan linda y tan solita” replican la misma técnica. En este caso, las autoras no hablan directamente de sus memorias, sino que relatan la vida de Julieta, un personaje ficticio construido sobre experiencias comunes de las mujeres. Estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile, decidieron que querían escribir un libro que tratara acerca del feminismo, pero sin dejar de ser entretenido y dinámico: “Sentíamos que el feminismo no estaba llegando a esa gente que no está en la universidad, y es esa gente la que puede hacer un cambio, así que buscamos escribir acerca del tema de una manera simple, que todo el mundo pudiese entender”, apunta Araos.
Arelis Uribe es otra de las autoras que han sembrado el espíritu feminista en su literatura. Multifacética a la hora de escribir, ha experimentado con la ficción y la no ficción. “Quiltras” fue su primer libro de cuentos, en el que cada historia es protagonizada por mujeres, narrada en primera persona y alude a los recuerdos. En agosto, lanzó su nuevo libro “Que explote todo”, una recopilación de columnas de opinión de diversas temáticas, pero especialmente acerca de mujeres que luchan por el bien común y el respeto mutuo. “Soy mujer, soy de izquierda y soy feminista. Escribo esta columna para hablarle a ciertos varones, también de izquierda, que se resisten a comprender el feminismo”, comienza uno de los textos de Arelis Uribe.
Internet y feminismo
Esta nueva oleada de literatura feminista tiene como principal plataforma de origen las redes sociales. La inmediatez y el público tan masivo al que están expuestas lleva al desarrollo de un estilo particular de escritura, de lectura veloz y lenguaje directo. Ya en 2013 surgió un antecedente a este estilo de escritura, con “Joven y Alocada” de Camila Gutiérrez, el cual, similar al caso de “Confesiones de una soltera”, tiene como origen las publicaciones en un blog . “El fenómeno de mujeres contando su vida en redes sociales -que luego pasan a libro- aparece por la necesidad de expresarse al no sentirnos realmente representadas en ningún personaje de nada”, reflexiona Molina. “El rol de internet es fundamental. Me encanta que se tuitee sobre el tema, que las mujeres comediantes, ilustradoras, periodistas o actrices lo planteen, y que no hay que ser intelectual para entender el movimiento y lucha feminista, porque hay muchos blogs que escriben en lenguaje accesible sus planteamientos”, agrega.
Esta nueva dinámica de comunicación fue la que llevó a Araos y García a tomar la decisión de hacer de “Tan linda y tan solita” un libro interactivo, en que los lectores pueden hacerse parte de la historia. Además de la información sobre el feminismo, el libro incluye actividades que invitan al lector a compartir sus resultados en redes sociales. “Actúa como una especie de libro amigo que reinicia y marca el camino por donde seguir, qué leer, pero la investigación más profunda le corresponde al lector. El libro busca encender la curiosidad”, comenta Araos.
Crear sororidades
Las comunidades de mujeres son el eje de estas obras. Las relaciones entre hermanas, amigas, madres e hijas, son el hilo que guía las historias y las transforma en protagonistas de un mundo donde los hombres pasan a segundo plano. “Hay mujeres que aman a otras mujeres y sus vidas no se definen en relación a los hombres, sino que son autónomas o crean lazos de sororidad”, explica Arelis Uribe acerca de “Quiltras”.
Además de las comunidades de mujeres que se dan en las obras, las escritoras de esta nueva oleada destacan el gran peso de obras clásicas y contemporaneas de autoras feministas en su trabajo. “Un cuarto propio” de Virginia Woolf, “El cuento de la criada” de Margaret Atwood, “El segundo sexo” de Simone de Beauvoir y “La mujer fragmentada” de Lucía Guerra son algunas de ellas. Arelis Uribe reflexiona que autoras de generaciones anteriores se autodenominaban feministas, pero que lo que ha cambiado es la clasificación externa que se les da a sus trabajos: “Aunque no se declaren feministas, no hay ninguna autora que no tenga inclinaciones feministas”.
Publicado en El Mercurio – 15/10/2017: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=407368